Jonny Fritz - Dad Country (2013)

Jonny Fritz - Dad Country (2013) - 3.6 out of 5 based on 13 votes

Ratio: 4 / 5

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Dad Country es el primer trabajo de Jonny Fritz… y a la vez el tercero de su protagonista, que ya había grabado otros dos bajo el apodo que se ganó en el instituto, Jonny Corndawg.

El cambio de nombre y el contenido del nuevo disco consolidan la seriedad de la propuesta de Jonny Fritz, que podía ofrecer dudas trabajando bajo su anterior nombre artístico con profusión de letras muy salidas de tono. Pero él siempre ha dicho que “las cosas que me hacen querer escribir una canción son las que encuentro divertidas, y las cosas que encuentro divertidas son las que ofenden a la gente, las que esconden, las que pasan inadvertidas o las que no se cuentan. Para mí tienen mucho más peso porque nunca se habla de ellas”. Siendo así las situaciones que nos narra en Dad Country parten de su propia experiencia. Ya sea de sus vivencias como músico (“Suck In”) o del año que pasó intentando salvar una relación, descrita en las canciones “Shut Up”, “Have You Ever Wanted to Die?” y la más demoledora de las tres “All We Do Is Complain”. Si esa relación inspiró los títulos ‘Cállate’, ‘¿Has Querido Morirte Alguna Vez? y ‘Todo lo que Hacemos es Quejarnos’, da la impresión de que no había mucho que salvar.

En cualquier caso el explícito contenido sexual de su trabajo inmediatamente precedente, Down On the Bikini Line, tiene su continuación en Dad Country con “Holy Water”, en el que una camarera es descrita por un camionero con las palabras: ‘donde su vientre acaba y sus piernas empiezan hay un cruce en la carretera donde mi camino termina’. Y su interés por temas inhabituales genera una canción como “Fever Dreams” que, aunque se construya sobre bases de fiddle y steel guitar, trata literalmente sobre tener la gripe, con la que (creo) es la primera vez que escucho la palabra ‘antibióticos’ incluida en la letra de una canción.

Grabado en Los Ángeles a toda prisa por azares del destino en los estudios propiedad de Jackson Browne, que debían desalojar antes de cuatro días (en los que grabaron, mezclaron y remasterizaron catorce canciones) para que entrara a trabajar el mismísimo Bob Dylan, Dad Country tiene mucho de Country Rock californiano y del Country clásico de Nashville en constante peligro de ser ignorado y olvidado. Sólo doce de aquellas canciones llegaron al disco y, un par de ellas, fueron posteriormente regrabadas en la Music City tras haber evolucionado en los escenarios.

Jonny Fritz demuestra con Dad Country que es mucho más que un autor de canciones con un punto obsceno y libidinoso y querencias por los sonidos clásicos, confirmando que realmente es un artista capaz de combinar con inteligencia humor y sentimientos en su música.

  Goodbye Summer

 

Have You Ever Wanted to Die?

 

Tractors, the - Fast Girl (2001)

Tractors, the - Fast Girl (2001) - 3.8 out of 5 based on 5 votes

Ratio: 4 / 5

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 The Tractors tomaron las listas de Country al asalto en 1994 con un primer álbum que, pese a escaparse de los parámetros habituales de los lanzamientos Nashville, se convirtió en doble platino aprovechando el bombazo que supuso el single “Baby Likes to Rock It”. Eran, y son, un grupo de músicos profesionales reunidos en torno al inspirador del proyecto, Steve Ripley. Ni guapos, ni jóvenes, pero sí poseedores de un enorme talento y experiencia en cada uno de sus instrumentos. Tampoco se empeñaron en exprimir aquel éxito y sus lanzamientos han sido muy espaciados en el tiempo, manteniendo un perdurable espíritu de grupo de amigos que se reúnen para hacer la música que les gusta.

Fast Girl fue su tercer álbum (cuarto contando el navideño editado en 1995), reafirmando unas señas de identidad que Ripley, aun contando con la más moderna tecnología, resume perfectamente con la frase: “un micrófono, una habitación, poco tiempo”, conservando el empeño por recrear la atmósfera de grabación de un estudio de los años cuarenta, cincuenta y sesenta, cuando se grababa su música favorita. Así la magia de las primeras tomas y los arranques en falso dota a Fast Girl de una fresca, alegre, contagiosa y muy disfrutable informal naturalidad.

Este fue el trabajo de The Tractors en el que, a la fecha de su edición, más había del Ripley individuo (voz, guitarra, productor y autor de la mayor parte de las canciones) que de proyecto de banda. El número de colaboradores roza la treintena, faltan los que hasta el momento podían ser considerados miembros estables, pero siguen presentes los que fueron compañeros de escenario de Elvis en los setenta James Burton (guitarra) y D.J. Fontana (batería). También destacan Sam Bush a la mandolina y Leon Russell que alterna piano y órgano, figura crucial del Tulsa Sound que impregna el disco y al que Ripley reconoce como jefe, maestro y amigo por más de veinticinco años.

El animado ritmo del álbum rememora y reverdece el natural contacto entre el Country el Boogie que la magia de The Tractors convierte en un sonido relajado pero compacto, como sonaría el motor de un viejo pero fiable tractor que sigue ofreciendo el mejor rendimiento. Conviven Western Swing, Rockabilly, Country y R’n’R, temas propios y versiones de Bob Dylan (“On the Road Again”) y Moon Mullican (“Don’t Ever Take My Picture Down”) con la emotiva balada “Ready to Cry”. Incluyendo repetidas alusiones explícitas, o con guiños de complicidad al oyente, a lo divertida y refrescante que era la música de antaño. En esta línea, y como cierre, no me resisto a transcribir la siguiente estrofa de la canción “It’s a Beautiful Thing”:

There’s a lot of new music
Even Hank was new music once
Got to keep an open mind
I set aside my Faron Young
And bought myself a Hootie
I rolled down the window of my pickup truck
And sailed it like a Frisbee
 
Hay mucha música nueva / Incluso Hank fue nueva música una vez
Tienes que mantener la mente abierta / Dejé de lado a mi Faron Young
Y me compré un disco de Hootie (nota: & the Blowfish, la que fuera banda de Darius Rucker)
Bajé la ventana de mi pick-up / y lo lancé como si fuera un Frisbee
 

Can’t Get Nowhere

 

Two Tons of Steel - Two Tons Tuesday Live! *DVD* (2005)

Two Tons of Steel - Two Tons Tuesday Live! *DVD* (2005) - 4.0 out of 5 based on 10 votes

Ratio: 4 / 5

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Los aficionados al Country leemos y oímos de lo especial de la escena musical texana; yo mismo hago alusión a ello a la mínima oportunidad. Pero desde la distancia es difícil transmitir y apreciar realmente sus peculiaridades en toda su extensión.

Two Tons of Steel es un ejemplo paradigmático de esa escena. Eternos elegidos mejor banda de Country de San Antonio, sus conciertos de los martes en el Gruene Hall de New Braunfels (entre San Antonio y Austin) son míticos en su área de influencia. Convertidos en una tradición que cumplía 10 años en 2005 y que se conmemoraba con la edición de un DVD + CD recogiendo su actuación del 28 de Junio de ese mismo año.

Pero es que el local en el que se celebra ya es un monumento de la música texana en sí mismo. El Gruene Hall fue fundado en 1878, y ha estado abierto ininterrumpidamente desde entonces. Ha sido uno de los primeros escenarios pisados por artistas después convertidos en estrellas como George Strait o Lyle Lovett, pero también ha acogido a estrellas ya confirmadas como Garth Brooks, Dixie Chicks o Willie Nelson.

El pequeño escenario no da para que la banda, pese a su dinamismo, haga muchos alardes físicos, por lo que visionar un DVD de más de una hora de concierto focalizado en los músicos y sentado en el sillón de casa podría resultar pesado para un expectador casual del mismo. Pero la acertada producción, eludiendo frenéticos movimientos de cámara, lo adereza con escenas de un público que convierte los 6.000 pies cuadrados del local en una enorme pista de baile, en la que las mil personas que acoge (con un inexistente aire acondicionado, en Texas y en Junio) sudan sus cervezas heladas en cuestión de segundos. Otra particularidad texana: el rey es el baile en pareja, para lo que la combinación de Honky Tonk y Rockabilly de Two Tons of Steel es el perfecto acicate para no dejar de mover los pies y dar vueltas a la pista.

Si los trabajos de estudio de Two Tons of Steel ya tienen un aroma de actuación en directo, verlos en acción es espectacular. Su dominio del escenario y su complicidad con el público nos empujan a formar parte de la experiencia… Mientras no podamos volar para vivirlo en persona, disfrutar de Two Tons Tuesday Live! en compañía de amigos y bien surtidos de cerveza fría es una de las mejores aproximaciones a una noche de diversión al estilo de Texas que se me ocurren.

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