Willie Nelson - Shotgun Willie (1973)

Willie Nelson - Shotgun Willie (1973) - 4.5 out of 5 based on 13 votes

Ratio: 4 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio desactivado

Por fin liberado de su contrato con RCA tras ocho años de coartada creatividad y una absoluta carencia de éxito, Willie Nelson firmó con Atlantic. Un hecho que acabó traduciéndose en unas sesiones de grabación desarrolladas en Nueva York junto a un grupo de músicos de procedencias tan diversas como Texas, Nashville y Manhattan entre los que se cuentan los rockeros Leon Russell y Doug Sahm. Llamó la atención de la prensa musical no Country, que se deshizo en elogios, y atrajo a un buen número de jóvenes aficionados al personal estilo de Nelson, convirtiendo Shotgun Willie en su disco más exitoso hasta la fecha (aunque apenas entrara en el top50 de la lista Billboard), y preparando el camino para la que sería su confirmación definitiva como estrella unos pocos años después, tras su firma con Columbia, y la edición de Red Headed Stranger.

En Shotgun Willie nos encontramos a Nelson incidiendo en el camino que ya había abierto un par de años antes con Yesterday’s Wine, entendiendo un álbum como un todo con su propia entidad artística y no una mera lista de canciones. Aquí la historia tiene mucho de autobiográfica aunque todos los temas mantengan su propia personalidad independiente.

Quizá Nelson no sea poseedor de la mejor voz que ha dado el country, pero sin duda está entre los mejores vocalistas del estilo. Su fraseo es completamente original y único. En la canción que da título al disco y lo abre siempre he tenido la impresión de que su voz parece emular a un violín, algo similar a lo que consigue en una de las dos versiones de Bob Wills incluidas, “Stay All Night (Stay A Little Longer)”, donde colaboran, entre otros, Waylon Jennings, Jessi Colter y Larry Gatlin, el movimiento Outlaw se estaba gestando, mientras la otra, “Bubbles in My Beer”, se queda a medio camino entre el Western Swing original y el Honky Tonk. Por su parte “Whiskey River”, la canción más popular del disco, ha quedado indefectiblemente unida a Willie Nelson pese a ser una versión de un tema de Johnny Bush, aunque aquí recibe un tratamiento diferente de la interpretación en directo que fue la que se convirtió en éxito unos años después.

Las versiones se completan con dos canciones firmadas por Leon Russell, incorporando el Tulsa Sound a un disco ya rico en estilos; el humorístico Honky Tonk “You Look Like the Devil” (Te pareces al demonio por la mañana cuando has estado fuera toda la noche) y la sincera declaración de amor del que ya lo ha vivido todo “A Song for You”, con el único acompañamiento de su guitarra, un instrumento con tanta personalidad como el propio Nelson.

Si consigue hacer suyas las versiones imaginad los temas propios donde además hace alarde de su talento compositivo. En “Sad Songs and Waltzes” juega con una historia de infidelidad y su propia falta de éxito “Estoy escribiendo una canción sobre ti / Una canción tan real como mis lágrimas / Pero no temas / Porque nadie la va a escuchar / Las canciones tristes y los valses / No venden este año”. Capaz de contarnos la divertida historia de “Devil in a Sleepin’ Bag” incluyendo alusiones a sus amigos Kris Kristofferson y Rita Coolidge, para a continuación hacer aparecer una lágrima en nuestros ojos con “She’s Not For You”, avisando a un amigo que se equivoca con esa mujer porque, como tantas otras veces, ella volverá con él y “yo ya estoy acostumbrado a sentirme triste”.

Desde cualquier punto de vista Shotgun Willie es un disco fundamental en la larga y densa carrera de Willie Nelson, dicho esto por no decir EL DISCO fundamental de esa carrera. Con Nelson en la cima de sus habilidades como cantante, intérprete y compositor abarcando un amplio terreno, que desarrollaría en futuros lanzamientos, merced a una docena de canciones de las que consigue extraer y mostrar toda su esencia.

 

 Nota: Aunque sin temas adicionales ni contenidos extra, la propia Atlantic ha reeditado Shotgun Willie en CD.

 

Lynda Kay - Dream My Darling (2010)

Lynda Kay - Dream My Darling (2010) - 4.0 out of 5 based on 7 votes

Ratio: 4 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio desactivado

En el desolado panorama del country de cierta calidad, y dentro del género mas moderno de country que se hace hoy día, Lynda Kay Parker se levanta como faro guía para los corazones rotos, llenando este vacío con 12 canciones originales que conjuran los fantasmas del country más clásico. Sus canciones intemporales reflejan las influencias de artistas del escenario tejano como Roy Orbison y Willie Nelson, interpretadas con una voz genuina de extraño contralto que nos recuerda demasiado al inolvidable estilo de Patsy Cline.

Armada con una guitarra Gretsch, y vestida al mas puro estilo western, esta mujer ha sido capaz de haber debutado con su primer álbum en solitario y sobrevivir a la experiencia, siendo la completa encarnación del estilo más genuinamente country & western que se pueda imaginar, enlazando con la iconografía americana de Bonnie Parker, el Hombre Malboro, y con la sangre del último Jefe Comanche corriendo por sus venas.

Lynda se ha dado a conocer al gran público recientemente, pero su viaje viene de más lejos, concretamente del lugar de donde nacen las leyendas.

Ahorrando hasta el último penique de su trabajo como camarera en el Stubbs BBQ, de Austin (Texas), decidio un buen día  de 1997 ,y con 1000 $ en el bolsillo, recoger sus trastos y dirigirse a Los Angeles, en busca de mejores oportunidades. Alquilo una habitación en West Hollywood, y comenzó a buscar trabajo para costearse su manutención. También hizo un pequeño papel en una película de John Ritter, como profesora  de colegio, y fugaces intervenciones en la serie JAG. No obstante su sueño era la música y lo demás simplemente eran vehículos para llegar a su estación final. Por esa época formo un pequeño grupo de músicos y bailarines para una actuación de nombre “Lynda Kay”, un show de poca monta que levantó escasa expectación. Cuando este trabajo terminó disolvió el grupo y ella siguió actuando en solitario en las aceras de Venice. Al poco tiempo contrató a un guitarrista, y el duo paso a llamarse The Lonesome Spurs, después de esto su estancia en las calles había tocado a su fin, y en los dos años siguientes realizaron unos 800 conciertos por todo el mundo.    

En este año 2010, aparece su primer albúm “Dream My Darling“ , 12 canciones con regusto clásico, pero increíblemente aderezadas por la voz de esta chica, que hacen que suenen tremendamente frescas y digeribles para los paladares más actuales. Arrancando con “World Without You“, una delicada balada, donde se pone de manifiesto la imposibilidad de vivir en un mundo sin el alma gemela; pasando por la espectacular “Dream My Darling”, canción indescriptible por la cantidad de sensaciones que provoca en el oyente, con una textura mas delicada que la seda, la voz de Lynda va deslizándose y juguetea en tus oídos, para desaparecer finalmente como las volutas de humo de un cigarro, no sin antes haberte elevado al éxtasis, con los coros de voces que se oyen de fondo; para tocar de nuevo  tierra, con “Graveyard Shift”, nos damos una vuelta por el cementerio, para subir a continuación a las alturas con “I Don´t Know Why”, una sensacional balada con un impecable toque retro que arranca lágrimas a una steel omnipresente; en “Gimme, Gimme”, la artista nos traslada al ambiente bullanguero de un dancehall de los años 60; “Rain Cry For Me“ se desliza  por el sonido más clásico; “Fly Fly Away“, otra maravilla para especial lucimiento de la voz de Lynda; encontramos un suave aroma de honky tonk en “Ain´t Good Enough“; “All I Ever Wanted”, nos sorprende con la colaboración de Billy Bob Thornton; en “Back To Texas“, nos deja muy claras cuales son sus raíces; y de nuevo nos lleva al Nirvana con “Forever My Baby Blue“, voz de terciopelo sobre un piano melancólico que va desgranando notas con reflejo de lentejuelas; y para cerrar este estupendo trabajo, Lynda nos obsequia con la canción más triste de todo el repertorio, “What Lives And Dies“, no apta para escucharla en momentos de bajón, por correr peligro de agravar los síntomas.

En suma, una experiencia inolvidable para todos los amantes del country cinco estrellas, con un estilo intemporal que reviste de moderno el country más clásico. Me descubro ante esta gran Dama.

 

Banda Sonora Original - Chasers (1994)

Banda Sonora Original - Chasers (1994) - 3.6 out of 5 based on 7 votes

Ratio: 4 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio desactivado

Las canciones de la Banda Sonora de una película pueden ser compuestas especialmente para la ocasión o recopiladas para hacerlas aparecer en ella. En Chasers estamos ante el segundo caso.

El argumento de la película poco tiene que ver con el Country o con los escenarios más propensos para una banda sonora del estilo. Protagonizada por Tom Berenger, William McNamara y la que fuera explosiva vigilante de la playa Erika Eleniak (uno de los grandes atractivos del filme, por lo menos para el público masculino). La historia, entre comedia, romántica y acción, trata de los dos primeros, en el papel de  policías militares (Berenger, el duro, y McNamara, el novato irresponsable) que deben custodiar el traslado de  un prisionero que va a ser juzgado y que acaba siendo la atractiva Eleniak. Su título en España fue Misión Explosiva… ¿Por qué será?

Quizá a primera vista las once canciones contenidas en el disco puedan parecer una selección ecléctica y deslavazada, con los temas de Dwight YoakamGuitars, Cadillacs” y el rock’n’rollero y espectacular “Doin’ What I Did” llamando la atención del aficionado Country en primer momento, junto con “Cryin’ Time” de Buck Owens y el instrumental bluegrass “Train. 45” de la leyenda viviente Ralph Stanley.

Sin embargo es mucho más coherente de lo que parece. La aparición como productores de la parte musical, además de compositores de la partitura, del propio Yoakam junto al que era su productor en aquel tiempo y una de las más reputadas figuras de la escena musical californiana, Pete Anderson,  despierta la curiosidad. Bajo este paraguas se reúnen una serie de artistas que han colaborado con ambos en algún momento y, principalmente con Anderson en el papel de productor.

Así los Lonesome Strangers, herederos de la tradición vocal de dúos masculinos al estilo de los Everly Brothers o los Delmore Brothers, también nos ofrecen dos canciones “We Used to Fuss” y “Sharon”. La selección se completa con las rockeras “Atlas Blues”, de Steve Prior, y “Rock With You”, de Tommy Conwell, a las que se añade la afilada, de acelerada y sincopada vocalización, “Sam” de los Meat Puppets. En las antípodas de esta última nos encontramos con la divertida y jazzy a la antigua usanza “Right on My Way Home” a cargo de Bob Dorough (que nadie diría que tenía más de 70 años cuando la grabó) acompañado de Victoria Duffy.

Para cerrar el disco el gran autor de canciones Jim Lauderdale con el medio tiempo “Lucky 13”, proveniente del “disco perdido” de éste, que produjo Anderson en 1989 pero que no vería la luz hasta 2001.  Un Lauderdale que, por cierto, compartió escenarios con Yoakam cuando ambos intentaban abrirse camino en Los Angeles.

Interesante disco, con más de la mitad de sus cortes manteniendo claras conexiones Country. Para interesados por la escena musical californiana y que sirve de muestra del amplio espectro que es capaz de cubrir el gran Pete Anderson como productor.

 

Novedades en el foro

  • No hay mensajes a mostrar

Ultimos comentarios