Nate Kipp - Nate Kipp (2008)

      Texas, cuna de vaqueros con denominación de origen, tierra en la que se crían  los mejores artistas que deambulan por el panorama de la Country Music actual -dejando aparte el country más edulcorado y empalagoso que se elabora en Nashville-, nos sorprende con uno de sus hijos predilectos, de esos de los que un Estado puede sentirse orgulloso, un artista que con un solo disco en el mercado, y seguramente poco conocido fuera de sus fronteras, ha sido capaz de poner una pica en Flandes… ¡¡y qué pica señores!!.

    Nate Kipp, ni el nombre de este tejano, que más bien parece un nombre de detergente, ni una portada de disco tan anodina como esta, con el único motivo de la Estrella Solitaria representativa de Texas, nos hace entrever en absoluto, el tesoro que se guarda en su interior

    Tengo que reconocer que soy muy sensible ante la belleza y este disco es verdaderamente Bello, en el más amplio sentido de la palabra, desde la magistral soltura con que la instrumentación, especialmente la steel y el fiddle desarrollan todo el entramado conceptual que el artista quiere mostrar en este trabajo, hasta la cálida y segura voz con que  Nate interpreta cada una de las canciones, rozando el perfecto equilibrio en algunas de ellas,  bebiendo del elixir mágico elaborado anteriormente por artistas como Buck Owens, Rodney Crowell y Radney Foster, y añadiendo un tanto del licor que destila el propio Nate. 

    El brebaje final es de lo más embriagador, desde que lo probé llevo varios días en un estado de éxtasis permanente, moviéndome entre dos mundos, el mundo sensible y el mundo real o inteligible, intentando permanecer el mayor tiempo posible en el primero, que es el que mueve los sentimientos, aunque se que más bien pronto que tarde tengo que volver al mundo real, como todos. No obstante, cada vez que escucho este disco, encuentro la llave para franquear las Puertas del Cielo. 

   Esta “prima donna” de Nate, contiene 11 temas, a cual más completo, empezando por “Something ´Bout San Antone”, alegre mediotiempo con aires fronterizos, con un esquivo acordeón que asoma tímidamente a lo largo de la canción, contando las bondades de la localidad de San Antonio; más desenfadada es “Your Daddy's Money“, sobre las influencias y todo lo demás que puede conseguirse con el dinero de Papaito; y a continuación, para mi gusto una de las mejores baladas que he escuchado nunca, la demoledora “Marie“, dedicada a una mujer, sobre el amor que voló como un pájaro estacional que se aleja en el horizonte, tristeza  por la pérdida y esperanza de volver a encontrarlo de nuevo, tal vez algún día ; y para no bajar el nivel, Nate nos coloca otra joya a la altura de la anterior, “The Real Mccoy”, un mediotiempo de vértigo que incluye un magistral solo de steel, después de escuchar esta canción, te aseguro que no volverás a ser el mismo, algo habrá cambiado en tu interior; con “Something I Can Hang My Hat On”, este tio no nos da tiempo para recuperarnos del anterior, y nos coloca otra pepita de oro de alto kilotaje, sobre la tesitura que se plantea un vaquero que elige sentar la cabeza buscando algún lugar en que poder colgar el sombrero cuando llegue a casa.

   En “Loveletters and Cigarettes“ sombras grises se dibujan en el horizonte, recuerdos de tiempos gastados que vuelven de nuevo a la memoria, releyendo cartas de Amor escritas con el corazón puesto al lado del cenicero y tejidas con la tenue trama surgida de las volutas del humo de los cigarrillos, curiosamente Cody Jinks  hace una estupenda versión de esta canción, en su disco del 2010 titulado “Less Wise”; como buen tejano, Nate nos despacha un perfecto Honky Tonk  en “Do Me Right”; y como todo lo que se hace cuando se desenchufa la mente y se conecta el corazón tiene que salir bien irremediablemente, prueba de ello es “Made in the Shade”; y por qué no, siendo este hombre es un romántico empedernido nos endilga dos baladas seguidas “Stand By Your Man Babies“, donde Nate se pone demasiado tierno y hace extensivo su mensaje a las féminas “quedaos siempre al lado de vuestro hombre, chicas”; y  “Miracle Man”, otro baladón de pañuelo “cuando ella me mira, me siento como un hombre milagroso”; y para terminar esta disco tan recomendable ,un tema para mi gusto un poco anacrónico y quizás el más flojo del disco, ”Tropical Island“, porque digo yo, ¿Qué demonios pinta un vaquero en una isla tropical?, si no es Kenny Chesney o Jimmy Buffet, dos de nuestros vaqueros mas playeros.