Eagles - Long Road Out of Eden (2007)

Los Eagles difícilmente pueden ser considerados un grupo de Country. Sin embargo es fácilmente apreciable que su música (especialmente en sus primeros discos allá por el arranque de la década de los setenta) bebió del estilo. Lo incuestionable es su influencia sobre tantos y tantos intérpretes y, especialmente, bandas de Country desde los setenta hasta nuestros días. Empezando por Alabama y acabando por Blackhawk, Diamond Rio, Little Texas o Lone Star por citar unas pocas.

Tras seis años de trabajo en el estudio (quiero suponer que incluyendo largos periodos de descanso) el anuncio de que un nuevo disco de Eagles iba a ser editado en 2007 fue recibido con una gran expectación, que rápidamente convirtió el doble álbum Long Road Out of Eden en multiplatino. Comprensible dado que están en el top5 de los artistas que más discos han vendido en EEUU y que desde su pública ruptura envueltos en trifulcas internas en 1982 sólo el directo Hell Freezes Over (que incluía unos escasos cuatro temas inéditos) había visto la luz en 1994.

Al pasar lista sólo falta Don Felder (que llegó a demandar a la banda con ésta ya reunida y trabajando de nuevo) respecto a la formación que grabó The Long Run, el último disco de estudio de Eagles en 1979, y que también incluía a los aquí reunidos Glen Frey (guitarra), Don Henley (batería), Joe Walsh (guitarra y teclados) y Timothy B. Schmit (bajo).

Los viejos compañeros se sumergen en un ejercicio de nostalgia. La apertura con el pesimista mensaje medioambiental de “No More Walks in the Woods” nos transporta a los mejores momentos de la banda, con sus voces trabajando en perfecta armonía. De todas formas, si hay algo verdaderamente destacable son las letras de unas canciones en las que se subrayan los defectos y el egocentrismo de la sociedad norteamericana, con los diez minutos de la surrealista visión de la intervención armada en Irak del tema “Long Road Out of Eden” como pieza central.

No es difícil encontrar paralelismos entre los nuevos temas y algunos de sus grandes éxitos. Como “It’s Your World Now” con “Tequila Sunrise”, incluso recuperan un viejo tema de J.D. Souther, “How Long” (entre lo más campero de este trabajo) que apunta a “Take it Easy”. Es inevitable que en ocasiones la nueva canción palidezca con la comparación, como le ocurre a la excesivamente grandilocuente “Fast Company” con “Life in the Fast Lane”, a la que también apunta la cínica (pero que sale bastante mejor parada) “Frail Grasp on the Big Picture”.

En general el primer disco funciona como una reinmersión en sus antiguos álbumes, y es el que sonará más familiar al fan de los Eagles. Por su parte el segundo podría suponer el esfuerzo por recuperar el tiempo perdido con canciones que parecen grabadas en los ochenta. Incluyendo el uso de los característicos sintetizadores que refuerzan la impresión de estar extraídos de los trabajos en solitario de Joe Walsh o Glen Frey... y no yendo mucho más allá.

Como un calculado ejercicio de auto-homenaje Long Road Out of Eden está diseñado con una precisión pasmosa. Perfecto en ejecución... y pensado tanto para complacer a los que se dejaron el sueldo en asistir a uno de sus carísimos macroconciertos de reunión celebrados a lo largo de estos últimos años, como a los que gustan de su sonido clásico y a los que pensaban que nunca escucharían algo nuevo de la banda y esperaban nueva música que sonara familiar pero con algún giro añadido.

En resumen, pocas cosas nuevas, algunas buenas e incluso excelentes canciones (lo mínimo exigible a una banda convertida en leyenda) y, como resultado, lo que da toda la impresión de que se convirtió en un álbum doble para dar el suficiente espacio a los cuatro egos individuales más que a una banda (por mucho tiempo que llevara acabarlo) y cuyo objetivo principal es seguir llenando las ya rebosantes arcas de sus miembros.