Andy Griggs - This I Gotta See (2004)
Andy Griggs posee una voz con personalidad, tanta como la de Travis Tritt, todo sea dicho, en quien a menudo no puedo dejar de pensar cuando le escucho. Una voz que le permitió abrirse camino en el Country comercial, un entorno en el que se vio favorecido por una imagen fácil de vender a los medios reforzada por unos éxitos que llegarían con románticas baladas. This I Gotta See sería su tercer álbum para RCA, en el que contó en la producción con Randy Scruggs una de las más respetadas figuras del Country contemporáneo. Citando sus propias palabras, con el objetivo de conseguir un cierto sonido con la fuerza e integridad que admiraba en Scruggs que le permitiera llegar a una audiencia más amplia.
Sin embargo This I Gotta See no superaría el éxito de sus lanzamientos precedentes al quedarse en el séptimo puesto de la lista de álbumes, lo que le convirtió en su último trabajo para ‘major’ pese a colocar dos singles en el Top5... que tampoco conseguirían encontrar un nuevo público o redefinir su imagen, sino que mantenían su perfil romántico con el anhelo todavía presente por recuperar un amor perdido de “If Heaven” y la ciertamente destacable “She Thinks She Needs Me”, mostrando que los hombres también pueden ser vulnerables. El tercer single, también sentimental, “This I Gotta See”, ni siquiera entró en el Top50.
En This I Gotta See Griggs nos ofrece un solvente y profesional trabajo de Country contemporáneo en el que intenta ir más allá del terciopelo de las producciones de Nashville haciendo uso de sus influencias Honky Tonk. Finalmente el resultado es el habitual en los discos actuales que evitan excesos, un conjunto agradable pero en el que resulta complicado encontrar momentos memorables pese a contar con una voz que consigue despertar y mantener la atención. Por destacar algo, quizá el corte que cierra el álbum, “No Mississippi”, en el que colaboran Bekka Bramlett y Delbert McClinton, y donde Griggs consigue un tono de naturalidad que sería muy bueno que pudiera extender sobre otras canciones.
Es difícil encontrar el equilibrio entre manufacturar un “producto Nashville” y lo que parecen ser las querencias de Andy Griggs, y no siempre casan bien. Si éste pudiera permitirse seguir los pasos de su ídolo Waylon Jennings y hacer el disco que realmente quisiera hacer como lo quisiera hacer, quizá entonces nos ofrecería un trabajo que hiciera honor al talento que parece poseer.
Comentarios