Un viaje en el tiempo de la música Country
¿A qué verdadero amante de la Country Music no le gustaría poseer una Máquina del Tiempo retrocediendo a la ‘Golden Age’ e incluso antes, cuándo todavía no existían las radios ni grabaciones?
Pienso en aquellos (ahora muchos serían "políticamente incorrectos") ‘Tent Shows’ (espectáculos de carpa), en las fiestas regionales, en los vodeviles ambulantes donde en muchas ocasiones coincidían magos, vendedores de pócimas "milagrosas", ‘freakies’, payasos, cómicos, virtuosos músicos, etc., etc. No hablo sólo de la arquetípica imagen de una familia interpretando música en el ‘front porch’ de su granja o ‘log cabin’, o en las reuniones con miembros de la comunidad para celebrar bodas, cosechas, etc. Me refiero a los espectáculos que inundaban todo el Sur y Oeste de EE.UU. especialmente durante el siglo XIX y principios del XX.
¡Ah! y las célebres ‘Fiddle Contests’, esas competiciones de violín rural donde muchos músicos podían lucirse e incluso ganarse un dinerillo. Y entre ellos no sólo montañeses o ‘hillbillies’, ni cowboys sin curro o granjeros, sino también abogados, jueces, médicos, políticos, etc. Políticos como los hermanos que caricaturizo en el libro de Josep Julià "Country Music Stars" disputándose el puesto de gobernador de Tennessee. Sí, amigos, hubo una época en la cual se celebraban concursos para ver quien era más diestro y veloz tañendo el ‘fiddle’. En mi (ahora en pausa indefinida) Ensayo sobre las Raíces del Country, menciono la primera referencia a un acontecimiento lúdico de este tipo; como no, sito en Virginia, posiblemente la cuna del género, y nada menos que en el siglo XVIII. En las ‘Fiddle Contests’ también podían incluirse otras actividades divertidas como deportes... y en aquella concreta, ¡se disputó un partido de fútbol! ¿Fútbol en el siglo dieciocho? ¿Qué tipo de fútbol sería? Especulo en mi manuscrito sobre la probabilidad de que se tratase de algo similar al que descubrí en el norte de México... Allí tuve que acceder en caballo (el único medio además del burro) a las cuevas incrustadas en altos riscos donde habitan los primitivos nativos Tarahumaras; los rarámuri. Lo narro en mi primer libro (“Corrido del Güero Errante”). El caso es que de esos indígenas conocí su antigua práctica de una suerte de fútbol ejecutado con palos; como un hockey sobre hierba. Despertó mi curiosidad, ya que yo he sido durante muchos años jugador de hockey, pero sobre patines.
Me viene ahora a la memoria una leyenda del Country: Uncle Jimmy Thompson. Nació en 1848 (bastante antes de la Guerra Civil) en Tennessee pese a ser criado en Texas, falleciendo en 1931, precisamente cuando el Old-Time ya terminaba su proceso. Thompson viajó por el Sur ganando muchas ‘Fiddle Contests’ y era un ligón consumado a quien le gustaba divertirse de lo lindo. La competición más famosa tuvo lugar en Dallas, en 1907. Duró ocho jornadas y venció a ochenta y seis ‘fiddlers’ él solito. Fue Thompson quien tuvo el honor de inaugurar oficialmente, en 1925, las sesiones country del Grand Ole Opry actuando para esta emisora que, por aquel entonces, no gozaba de su posterior relevancia.
Otro memorable ‘fiddler’, fiddlin' John Carson, también había batido récords en tales concursos y vivía en Atlanta, la primera ciudad en importancia para el Country durante los primeros años de la Era de las radios y grabaciones discográficas (para gramófonos, claro). Clayton McMichen calificó a Carson de ser un violinista malo pero que en cambio era un buen artista y una gran persona. McMichen inició su fama de refinado estilista del ‘fiddle’ formando parte de la anárquica, enérgica y divertida banda Old-Time The Skillet Lickers; uno de los grupos más importantes en la historia del Country. También se erigió como precursor, aún dentro del concepto Old-Time, de lo que luego se denominaría Western-Swing. Pero McMichen, excelente ‘fiddler’, no tuvo el honor de haber sido el primer músico country en grabar una balada cantada. Este privilegio fue de Carson. Como era habitual entre los violinistas, acusados por grupos religiosos de ser personajes diabólicos, poseían un sentido del humor típico de su condición rural. Aunque no me resultó fácil traducirlo, he aquí un texto pronunciado por John Carson:
<Yo soy el mejor ‘fiddler’ que alguna vez haya tirado bruscamente de los pelos de la cola de un caballo cruzando la barriga de un gato>... Sí, yo no lo entiendo demasiado, pero tampoco vivía en esa época y en su contexto...
Todavía se continúan haciendo competiciones de ‘fiddle’ aunque suelen ser meros conciertos o jam-sessions y se supeditan generalmente a los habituales festivales de Old-Time y Bluegrass (estilo country consolidado en los 1940' que bebe principalmente de la parte más "montañosa" del Old-Time) celebrados sobretodo en las zonas sureñas de los Apalaches, cuna primordial del género. Mis amigos Gloria y Julià han estado varios años asistiendo a algunos de esos maravillosos festivales e incluso conocieron a un familiar cercano de Clayton McMichen... pero no quiero extenderme más.
A falta de Máquina del Tiempo, procuraré adentrarme en el pasado del Country intentando un viaje astral. Sí, por supuesto que no lo lograré, pero siempre puedo recurrir a los libros. Y yo devoro libros sobre Country desde que era un ignorante en este variado género musical. Aunque todavía me queda mucho por descubrir. El aprendizaje nunca cesa, siempre somos maestros incompletos de algunas materias...
Comentarios
Aunque no me resultó fácil traducirlo, he aquí un texto pronunciado por John Carson:
... Sí, yo no lo entiendo demasiado, pero tampoco vivía en esa época y en su contexto...
Creo que se refiere a los materiales con los que se hacen los violines: pelo de caballo en el arco y tripa de gato para las cuerdas del propio violín.