Ricky Skaggs - Brand New Strings (2004)
Después de disfrutar de un enorme éxito comercial en los ochenta Ricky Skaggs retornó a unos orígenes bluegrasseros que nunca llegó a abandonar totalmente convirtiéndose en una de las figuras fundamentales de la escena contemporánea del estilo. Pocos como él saben transitar con la naturalidad que lo hace junto a su fabulosa banda Kentucky Thunder entre el Bluegrass más tradicional y el más progresivo.
A diferencia de algunos de sus trabajos inmediatamente precedentes en los que Skaggs iba poco más allá de versionar material clásico en Brand New Strings, editado en 2004 por su propia discográfica Skaggs Family Records, predominan canciones nuevas (no encontrábamos tantas desde Life Is a Journey en 1997) o, por lo menos, más contemporáneas. Así el álbum tiene tanto de acercar un sonido tan tradicional como el Bluegrass a los tiempos modernos como de homenaje al padre fundador del estilo Bill Monroe. En esta línea encontramos el acelerado “Sally Jo”, que formaba parte del repertorio del propio Monroe y del que Skaggs dice: “su versión es incendiaria y llena de pasión – Rusty (Kershaw, autor de la canción y guitarrista en la versión grabada por Monroe) atizaba su guitarra como una mula. Hemos intentado capturar el espíritu de lo que él hacía”; y el instrumental “Monroe Dancin’” que compone recordando cuánto le gustaba a Bill Monroe el sonido del fiddle y una anécdota en la que con sólo quince años Skaggs participaba en una ‘jam session’ tocando ese instrumento y en la que Monroe estaba presente, quien le pedía continuamente que alargara “Sally Goodin’” hasta llegar más allá de los diez minutos porque el patriarca no quería dejar de bailar.
El Bluegrass no podría entenderse sin los cantos religiosos, así el instrumental “Corynthians 1:18” está compuesto por el propio Skaggs a quien le llegó la inspiración mientras leía el pasaje de la Biblia que le da título, mientras la delicada “Enjoy the Ride” es un canto al perdón predicado por Jesucristo, pero aquí aplicado a los propios errores de forma que podamos seguir adelante con nuestra vida con ilusión. Aunque es evidente que la fe cristiana es muy importante para Skaggs, no intenta convencernos de nada, más bien la utiliza para celebrar lo positivo de la vida y como un ejemplo moral que es difícil no compartir. Sólo de la solemne “Why Did I Wait so Long?” inspirada por la historia del bautismo a edad muy avanzada de Lester Flatt podríamos decir que contiene un mensaje evangelizador.
En la parte más contemporánea invita al magnífico guitarrista Johnny Hyland a que se apunte con su guitarra eléctrica en la extraordinaria “Brand New Strings”, que Skaggs define como: “no es habitual que me lleguen canciones con una letra brillante, brillantes armonías y con una oportunidad para que brille la parte instrumental. ¡Pero ésta lo tiene todo!” Por otro lado, recordando su sonido Country-Folk cuando podía ser considerado un artista ‘mainstream’, la optimista “Spread a Little Love Around” nos explica que los cambios a mejor en el mundo empiezan por hacer el bien repartiendo amor a tu alrededor, de aquella etapa recupera y vuelve a grabar “My Father’s Son”.
Ricky Skaggs es un vocalista y multiinstrumentista fabuloso (aquí toca nada menos que la guitarra, de hecho varias, una Danelectro, el banjo, la mandolina, la Mando-caster y el ‘papoose’, el ‘Hi-Strung’ y el ‘gut-string’ que no tengo ni idea de qué son), y los miembros de Kentucky Thunder no le van a la zaga en cuanto a talento. Quizá como sucede con tantos discos de Bluegrass contemporáneos Brand New Strings suene un tanto formal en ocasiones. Una sensación que no fue obstáculo para, entre otros reconocimientos, ser merecedor del premio Grammy de 2005 al mejor álbum de Bluegrass.
Muy recomendable.